Un poco de todo y un mucho de nada. Explorando el mundo poco a poco, de ese poco formando el todo y regresando al poco.
domingo, 26 de enero de 2014
Cuando
hemos puesto a alguien muy alto, se nos hace más asequible en cuanto comete un
acto indigno. Así nos libera del calvario de la veneración. Y, a partir de ese
momento, sentimos por él un verdadero apego.
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