Hace unas horas vi aquel capítulo de Los Simpson en el que Bart se mete en problemas con Australia sólo porque quería saber si el agua fluye hacia la misma dirección que en América. Todo esto porque Lisa le dijo que en el hemisferio norte el agua gira en los desagües en distinto sentido que en el hemisferio sur por culpa del efecto Coriolis,
Pero en realidad el efecto Coriolis, que en efecto existe y sí se nota en cosas como el sentido de giro de de ciclones y huracanes, que giran en sentido contrario en ambos hemisferios por causa del efecto Coriolis, este apenas tiene influencia alguna en el sentido en el que gira un desagüe.
La única forma de poder apreciarlo es hacer la observación en unas condiciones cuidadosamente controladas, como hizo el físico austríaco Otto Tumlirz, que consiguió observarlo llenando un tanque de 1,8 metros de profundidad con 1.100 litros de agua y dejándolo reposar durante 24 horas en una habitación con la temperatura controlada.
Esto permite que cualquier movimiento residual proveniente del llenado del tanque se haya detenido lo suficiente como para que la rotación impuesta por el efecto Coriolis prevalezca.
Sin embargo en un lavabo, bañera o inodoro el sentido de giro depende en realidad de cosas como la forma del propio recipiente o pequeñas irregularidades de su superficie, el sentido en el que se vierte el agua en su interior o que el grifo no esté perfectamente centrado, que el desagüe no esté en el centro, que haya algún tipo de acanaladura en la tubería por la que desagua, etc.
No hay comentarios:
Publicar un comentario